Los nombres de los dioses y de los demás que se han transmitido de generación en generación se consideraron significativas y eficaces en la magia, ya que contienen y transmiten la potencia del dios o demonio. Los diversos grimorios contienen nombres de potencia que se utilizan durante el encantamiento en la construcción de un círculo mágico cuando los nombres pertinentes se cantan una y otra vez, en el curso de evocar espíritus y hacerlas obedecer los deseos del mago. La pronunciación de un nombre de poder trae automáticamente la potencia del dios o demonio en funcionamiento, y el canto repetido del nombre no sólo aprovecha el poder de la entidad que está siendo convocado, sino que también trabaja el mago arriba en un estado de frenesí en el que fuerzas sobrenaturales y su propia energía interior se vuelven unidos y llegar a un terreno de juego en el que se satisface de que él es capaz de obligar al espíritu de aparecer y obedecer órdenes.

Los nombres de poder son utilizados dentro de la magia, brujería y hechicería ya que su pronunciación al momento de la ejecución de brujería ritualizada logrará que esa potencia llegue a encontrar la iluminación en donde deberá trabajar.

Por ejemplo al trabajar una brujería y hechicería de dinero, se deberá tener muy en cuenta en donde se va a trabajar, ya existen diferentes medios: La persona, El entorno, la situación, el objeto, etcetera... Es por que toda hechicería debe tener el objetivo hacia donde se va a trabajar muy en claro.

No es lo mismo, trabajar el entorno de una persona, que trabajar a la misma persona, ya que la situación y el porvenir así como el éxito de la brujería y hechicería dependerá del como lo hagamos...